La obra arquitectónica debe concebirse en armonía con el clima y con las características socioculturales, económicas y tecnológicas del lugar, pues sus efectos se reflejan en la calidad de los espacios habitables, el uso racional de la energía y el impacto ambiental.
La arquitectura bioclimática o energéticamente eficiente, no es tanto el resultado de una aplicación de tecnologías especiales; sino el sostenimiento de una lógica dirigida hacia la adecuación y utilización positiva de las condiciones medioambientales, mantenida durante el proceso del proyecto, la obra y la vida del edificio, creando una nueva jerarquización en los factores determinantes de las soluciones construidas.
Las estrategias bioclimáticas o de sostenibilidad no son replicables para todos los proyectos, más aún, deben ser estudiadas de manera particular en cada uno de ellos. Que un proyecto sea considerado sostenible en un lugar del mundo, no significa que también lo sea si se ubica en otro contexto.
Desde el año 2000, Arquitectura Sostenible se ha dedicado a diseñar y asesorar proyectos arquitectónicos en donde la bioclimática y la sostenibilidad juegan un papel primordial.